Inventario
Un poema en una servilleta,
la misma canción en el reproductor,
un cuadro a medio terminar,
y en el rincón una guitarra
que no aprendí a tocar.
Una nueva estrella para el cielo,
una lágrima al verla brillar,
una palabra de aliento por cada amigo
y la ilusión de volverle a abrazar.
Otro motivo para luchar
-como si necesitáramos más-,
otra consigna llena de rabia,
otra mañana para gritar
que no daremos paso atrás,
que queremos libertad.
Otra palabra contra sus armas.
Un diario sobre la mesa,
la ciudad con olor a café,
pasos pensativos y rebeldes
que llegan tarde más de una vez.
Noches de botellas vacías,
de risas, de desvelos en caricias,
noches también de beber ausencias
con la luna como compañía,
noches frías como nunca.
Un par de monedas
a unos ojos tristes,
miles de blasfemias al aire,
una mueca de impotencia,
y mis puños apretados
ofreciendo resistencia.
Un par de amores tan fugaces
como inolvidables...
Tus mentiras,
tus sonrisas,
mis heridas disfrazadas,
unos labios que te llaman,
pero no te acercas,
no te acercas...
Días eternos,
meses en un segundo,
un reflejo suicida,
un corazón cansado,
un abrazo roto
en una inevitable despedida.
Las mismas ganas de soñar,
un viaje pendiente a Marte,
un par de alas impacientes por volar
y la promesa de hallarle...
Este fin de año no tengo más,
y lo que tengo es suficiente para sentir que viví...
Un poema en una servilleta,
la misma canción en el reproductor,
un cuadro a medio terminar,
y en el rincón una guitarra
que no aprendí a tocar.
Una nueva estrella para el cielo,
una lágrima al verla brillar,
una palabra de aliento por cada amigo
y la ilusión de volverle a abrazar.
Otro motivo para luchar
-como si necesitáramos más-,
otra consigna llena de rabia,
otra mañana para gritar
que no daremos paso atrás,
que queremos libertad.
Otra palabra contra sus armas.
Un diario sobre la mesa,
la ciudad con olor a café,
pasos pensativos y rebeldes
que llegan tarde más de una vez.
Noches de botellas vacías,
de risas, de desvelos en caricias,
noches también de beber ausencias
con la luna como compañía,
noches frías como nunca.
Un par de monedas
a unos ojos tristes,
miles de blasfemias al aire,
una mueca de impotencia,
y mis puños apretados
ofreciendo resistencia.
Un par de amores tan fugaces
como inolvidables...
Tus mentiras,
tus sonrisas,
mis heridas disfrazadas,
unos labios que te llaman,
pero no te acercas,
no te acercas...
Días eternos,
meses en un segundo,
un reflejo suicida,
un corazón cansado,
un abrazo roto
en una inevitable despedida.
Las mismas ganas de soñar,
un viaje pendiente a Marte,
un par de alas impacientes por volar
y la promesa de hallarle...
Este fin de año no tengo más,
y lo que tengo es suficiente para sentir que viví...