lunes, 11 de agosto de 2008

Días...

Hay días en que todo parece hecho para mi, días en los que las nubes toman la forma de mis figuras favoritas, días en que el sol permanece allí y, sin embargo, no hiere. Días en que una ligera llovizna dibuja un arco iris, y con mis ojos llenos de ilusión lo recorro para encontrar tesoros llenos de magia. En los que la luna forma sonrisas sólo para mí y las estrellas son ese camino que algún día he de seguir. Son días en los que un abrazo de aquel chico es el refugio ideal contra un mundo hostil por excelencia. En los que cerrar los ojos y respirar coloca ante ti un universo entero, en los que un beso lleno de ternura es el transporte perfecto a un edén intangible... Son días en los que las luces se tornan de los colores más sublimes, en los que tomo un lápiz y comienzo a trazar sueños. En esos días, las palabras de mis compañeros de vida susurran alegría, me es fácil enamorarme de una sonrisa, de una canción, de un poema o de una imagen. Encuentro en cada detalle una razón para mirar al frente, percibo por doquier los olores del deseo, los pajarillos silban una tonadita pegajosa que resulta dulce como la miel. Son días en los que los niños parecen felices y sin preocupaciones, y yo tan sólo soy una niña. En los que toda actividad se vuelve un juego y en los que un final se ve muy lejos. Son días en los que las almas se entienden y se rozan sin importar su envase. Se mezclan las sustancias, me vuelvo parte de las piezas que forman un todo, y éste se forma en mi interior.En verdad, hay días en los que veo pequeñas muestras por doquier de eso a lo que llaman dios... Sin rostro, sin mano, sin voz… Mi vida puede resultar excelsa, mas también se construye de otro tipo de días...
En éstos, todo parece estar detrás de un frágil cristal a punto de quebrarse... me vuelvo el centro del universo al creer que nadie sufre/lucha como yo... Estos días son un torbellino incontrolable de emociones absorbentes, si el sol está ahí, quema cual si fuese fuego en mi piel; si llueve, es porque los ángeles lloran al mirar la agonía de un mundo que gime en silencio, y es tal mi sensibilidad que resbalan lágrimas rebeldes por mis mejillas llegando a unos labios que tiemblan de impotencia. Son días en los que mi corazón se siente tremendamente vacío al no encontrar a ese héroe de la infancia, mi padre, a mi lado... días en los que el cinismo de las personas se clava como daga en mi pecho... Días en los que mi arrogancia se burla y escupe sobre mi humildad... Días grises, casi negros, podría decir... En que salir de mi burbuja me provoca irresistible temor, casi tan grande como el que me provoco yo misma... días en que una caricia duele y una palabra amorosa, asfixia... días en que las palabras gritan preguntas existenciales que atormentan mi débil mente, logrando colocarla en la difusa frontera de la cordura y la delirante locura... Días en los que la sociedad es un circo cruel y estúpido del que ni quiero ni me siento parte... días en que cada letra de la palabra "soledad" adquiere un valor inmaculado, dejando cicatrices -que aunque sean físicas son más emocionales- en mis muñecas... Estos son días en que siento el aire del abismo a mi alrededor, en los que nada existe salvo esa desesperación que me lleva a detestarme... Resulta irónico que, en el fondo, produzcan placeres similares...Dicen que para todo debe haber un equilibrio, en mi vida no lo hay, eso lo sé. A decir verdad, ese espíritu alegre parece un poco sumiso al espíritu de tristeza, con quien está en constante batalla por dominar la expresión de mi rostro interno... A pesar de esto, la sonrisa nunca se ha ido por mucho tiempo, sabe volver... :)