Ésto comienza con una risa,
una risa que se eleva
y permanece flotando en el ambiente,
es tan sincera, tan alegre,
y entonces... ¡Calla!
Las miradas se entrecruzan,
las manos nerviosas juguetean
y las mentes, ansiosas, idean...
ahora todo cuelga de una pregunta,
¿quién romperá primero el silencio?
Una parvada de aves de pronto vuela.
Comienza el diálogo,
las sonrisas secas, vacías,
se respira el humo de un cigarro
que se impregna con anécdotas de vida.
Se levantan, se van,
unos hacia adelante, otros hacia atrás,
como una cinta en cámara rápida,
y quedan la esencia y el olvido
conviviendo en plena paz...
En el camino miles de puertas se abren,
son tantas que no se perciben,
algunas se azotan, otras se cierran con llave,
sólo hay una oportunidad para atravesar,
mas los zapatos adquieren forma de duda,
de miedo o de impulsividad...
¿Y las puertas? Desaparecieron,
ahora existe la unidad,
pero no tiene nada, ¡nada!
El horizonte es tan amplio,
y la gama de colores es interminable,
toma tu paleta, tu pincel
y comienza a pintar...
Libre.
¡Aaaah! Un grito, dolor,
un espiral al rededor.
Abro los ojos y me encuentro en mi habitación,
esa que hoy parece más falsa...
pero hay música y escucho con atención,
lloro... lloro...
algunas melodías me hacen llorar,
encierran cada uno de los sentimientos
que no comprendo, pero deseo plasmar.
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