domingo, 8 de noviembre de 2009

Me buscan...

Inmundos seres devoradores de sueños
¡no se cansan de hostigarme!
me buscan algunas mañanas
en que pierdo el sol,

pero es por la noche
cuando lamen, impacientes, mi dolor.


Llegan enmascarados,
azotando puertas y ventanas,
se presentan como fracasos,
despedidas, corazones rotos,
muros enormes, imágenes de miseria,
y otros terribles desencantos...

Después de la última gota
en el fondo de la botella
(la más pesada para mi desgarrado cuerpo)
vomito versos para mantenerlos entretenidos
(entonces no reconozco mi reflejo).

Así puedo seguir huyendo,
y mientras tanto, seguir escribiendo.

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