Los rayos del sol juguetean,
es hora ya de esconderse.
El cielo se tiñe de oscuro,
las sombras comenzarán a extenderse.
A la hora en que las brujas meriendan
se escuchará la melodía de los lobos,
y cada cual elegirá su pareja
para bailar entre el fango y el lodo.
Un elegante caballero
se dirigirá a tu sepulcro,
se dirigirá a tu sepulcro,
te despertará del dulce sueño
para ese amor revivir juntos,
ese que, en vida, juraron eterno.
Tomará tu escuálida cadera
con fuerza y con ternura,
sujetando tus manos gélidas
y así danzarán a un mismo paso.
Bajo la luna de sangre
te robará un pútrido beso,
A un compás ambos cadáveres
bailando el vals de los muertos.
Se mirarán cuencas vacías,
y con pasión juntarán sus huesos,
intercambiarán caricias marchitas
mientras aún haya tiempo.
Pues la noche ya muere,
y al morir ésta, te recostará en tu tumba.
Y como todos los muertos
esperará el siguiente vals,
con impaciencia y amargura…
No hay comentarios:
Publicar un comentario