domingo, 25 de diciembre de 2011

entonces sí desearía feliz navidad...(!)

...y si ellos fuesen migrantes
de escasos recursos,
pasando penurias en esa búsqueda
de mejores oportunidades...?

y si aquellos que niegan posada
lo hicieran por temor al narcotráfico,
por cuidar su seguridad en tiempos negros,
de crimen, de violencia...?

(sabiendo, claro, que también habrá
quienes simplemente no deseen
compartir con "esas gentes" lo suyo,
su propiedad,
lo que el trabajo -de otros-
les ha obsequiado...)

...y si el señor, de orígen indígena, talvez,
fuese electricista despedido,
minero en huelga,
obrero mal pagado, o en su defecto,
carpintero arruinado por las grandes empresas?

...y si la mujer, la embarazada,
fuese sobreviviente de los feminicidios de Cd Juárez,
o de la violencia que una encuentra en propia casa,
o si se vio perseguida y señalada
por defender su derecho a decidir...?

...y si los tres reyes magos,
en realidad sólo fueran tres sabios,
o tres humanos muy humanos,
o incluso tres grandes revolucionarios?

...y si sus regalos pudieran resumirse
en haber unido un lápiz, un libro,
la hoz y el martillo?
o quizá hayan sido la capacidad
de sentir injusticia cualquiera,
la férrea defensa de la verdad
y el completo anhelo de libertad...?

...y si la estrella brillase roja, roja, roja,
representando lucha y esperanza?

...y si, más que hijo de dios,
fuese hijo de la historia,
engendrado por el mismo sistema
y llamado por los oprimidos a destruirlo?
y si más que un mesías, fuese una clase,
fuese cada trabajador que va adquiriendo conciencia?

...y si comienza una nueva era de revoluciones?

martes, 20 de diciembre de 2011

...

Salir a las cinco de la mañana a trabajar
es mirar al cielo y al frío entre tus huesos,
es carecer de brazos que te sostengan,
que te amen,
es morir de ausencia
y llorar olvidos,
es maldecir al mundo,
maldecirlo una y otra vez,
son 30 años haciendo lo mismo
para llegar al fin a jubilarte,
y que te lo arrebaten todo,
¡maldita sea!
es tener nada.

Es saber que cualquier día
puedes morir, y quizá entonces
no haya nadie.

Es saber que fue lindo
vivir y militar,
y que vendrán otros,
y que ellos lo harán.

Es no tener para comer
o para publicar un volante,
o para llegar a casa,
es amar sin tener respuesta,
vivir muriendo día con día,
beber a tragos largos la melancolía,
es nadar a contracorriente...

Y es, sin embargo,
saber que sigue siendo lindo
vivir y militar,
porque resulta necesario,
resulta ser oxígeno,
para ti, para ella, para todos.

Es saber que tus manos aún forjan un futuro,
un futuro inmediato o lejano, pero un futuro,
que has acumulado un montoncito de palabras
para aquel que viene detrás,
que tienes un par de ojos que aun
contemplan nacer al sol
y brillan cual estrellas al anochecer.

Es saber que aún puedes
compartirlo todo,
encontrar un corazón
del lado izquierdo de tu cama
y unos labios en el café de la mañana,
saber que aunque mueras cada día,
puedes volver a arder en la esperanza,
que los puños siguen apretados,
firmes y en alto,
que hay un nuevo "te quiero"
asomándose entre el humo del cigarro,
que tarareamos una última canción
esta madrugada.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Ellos no escuchan,
se han vuelto piedras arrogantes,
impenetrables, indiferentes,
no comprenden nuestro dolor
y lo rechazan,

nos miran distantes,
con repudio,
nos cuestionan por ser distintos,
no lo entienden,

y quizá no son culpables,
quizá son más víctimas que nosotros,
porque son piedras
y nosotros plantas,

y somos viento y alegría,
somos fortaleza y dignidad,
somos alimento y hogar,
somos vida;

y como vida, exigimos
nuestro derecho a estar,
a ser, a crear...
pero ellos no entienden,

porque no se me mueven,
porque son paredes
que contienen el cambio,
y nosotros semillas de rebeldía,

ellos ya desconocen
sus propios colores,
los han cubierto de un gris
que ni llora ni ríe

se han vuelto balanza
entre el costo y el beneficio,
y cuando uno ama
eso no existe,
por eso no entienden...

se asombran ante nuestro vuelo ligero,
ante nuestras ansias de arder,
de alcanzar el cielo,
de tararear melodías a media noche
entre penas y goces,
entre besos y caricias,
sin peros, sin precios,
enteras, libres...

y no lo entienden...

lunes, 3 de octubre de 2011

dulce soledad...

Hay soledades dulces que nos permiten descubrirnos en otros ojos,
en viejas fotos,
o en los versos casi imperceptibles de alguna canción
que hace tiempo tarareábamos.

Soledades que toman la forma del aventurero que encontrábamos en el espejo,
o de los cuentos que colocábamos juntito a nuestra almohada antes de dormir,
del raspón que parecía la mayor desgracia, de la terrible y primera vez
que nuestros labios dijeron adiós, o del día que decidimos estar en desacuerdo con el mundo.

Son las mismas soledades que podemos mantener un ratito más en la lengua mientras saboreamos nuestras huellas y las pequeñas incertidumbres, y que compartimos a la hora de la cena con algún otro solitario, soledades que sumergimos en el café e ingerimos en forma de suspiros, o de besos, o de abrazos al desnudo...

Soledades que, de amanecer juntas, parecen volverse más pequeñas...

Volvieron a lavar la plaza
por la mañana,
lo hacen todos los días
antes de que amanezca,
quieren que creamos
que nada ha ocurrido,
que nada ocurrió hace 43 años,
hace 30, hace 14,
la semana pasada, ayer,
y seguramente mañana.

He visto que por ahí andan
la impunidad y el olvido
tomados de la mano
con su caminar arrogante,
y me parece entonces
que el tiempo le ha jugado
una mala broma a la historia,
que ya casi no recordamos sus rostros,
que vamos perdiendo la guerra...

¿Cuánto más durará la mentira?
Si el olor de la sangre
sigue penetrándonos hasta los huesos,
aún se escuchan gritos, metrallas y llanto.
Yo lloro también,
me lleno de indignación y coraje,
y maldigo a las bestias que me rodean,
bestias armadas, azules y verdes,
bestias de cuello blanco
y sonrisa perfecta,
bestias que cotizan la muerte en dólares.

¿Cuánto más vivirán de la muerte,
de nuestras muertes?
Aquí nada pasa, dicen,
y por momentos siento que nos aplastan,
que su ruido se traga nuestras voces
y sus muros ocultan el sol
y las lunas de octubre.

Pero no son más que muros de piedra
construidos con nuestras manos,
las mismas que han construido todo,
que pueden destruir y construir de nuevo.

Y esa sangre que se empeñan en limpiar,
hierve en nuestras venas cada mañana,
alimenta la memoria herida
que impregna de humanidad
cifras y nombres,
y recrea con detalles cada sueño
y cada esperanza.

Me veo luego en medio de la calle,
y te veo a mi lado,
decidido a no olvidar,
a  no perdonar,
a exigir castigo.
Y aparecen ellos, los que ya no están,
aparecen todos, enteros, felices,
marchando hombro con hombro,
abuelos, padres, hijos, hermanos,
mujeres, ancianos, niños, amantes,
el pueblo coreando a una voz
para que el ruido desaparezca,
y comience una nueva canción.

martes, 16 de agosto de 2011



Que ganas de salir de nuevo,
con el brillo de los ojos en alto,
muy en alto,
extendiendo la esperanza como alas
para encontrarte allí, volando.

Levantar los puños apretados
de tanta ira, de tanta pena,
de tantas ganas de verme a tu lado
engañando al frío cada madrugada.

Leer luego las notas en tus labios
y pese a sus obras teatrales
saber de quienes no renuncian
a librar desventajosas luchas.

Nutrirnos con peligrosos sueños
-peligrosos para ellos-
arrancarnos toda amnesia,
las cadenas y los miedos,
tomarnos de la mano y avanzar.

Que ganas de sabernos contentos,
enteros, rebeldes y siempre firmes,
amándonos a media calle,
con los nuestros, con el pueblo.


miércoles, 22 de junio de 2011

la noche que comenzó a arder





Esa noche,
las estrellas no brillaron
allá arriba,
lo hicieron abajo,
con los de abajo,
en las miradas indignadas que
arrojaron al cielo sus miedos,
en botellas de vidrio
con gasolina,
para que explotasen
al llegar al sol.

Cada calle acogió su barricada
formada con cuerpos que
cayeron ante rebeldes pasiones,
quemándose en gritos
que se cansaron de que los labios
sean paredes en vez de puertas.

Esa noche,

la marea de actores
reclamando el derecho
de ser sujeto histórico,
se apropió de la memoria arrebatada,
volviéndola el pañuelo que
les protegiera el rostro de los gases
y el corazón de tanto odio.

Hubo fusiles en cada carcajada
que disparó violenta y firme
ante la opresión,
la mentira y la desesperanza,
haciendo tambalear y retroceder
atemorizada
aquella mano invisible
que se dice responsable
del (des)orden imperante,

pero que tiene nombres, apellidos,

y millone$.

La ciudad retumbó,
a punto de derrumbarse,
entre anhelos de libertad,
y por todas partes ardían
ácidos y sueños
bajo la consigna de destruir
aquello que nos destruye.


Esa noche se encendían los fuegos

que entre humos anunciaban

nuevos comienzos...

martes, 21 de junio de 2011

el I, II, III de la destrucción (:

I.
Asaltemos, con un beso,
ese cielo indiferente,
que llueva la calle
y se mojen los cuerpos,
que se limpie la sangre
y se ahoguen los miedos...

Estallemos, amor,
en gritos libertarios,

que mañana amanece
y quiero que estés conmigo.


II.
Que el primer paso
es la destrucción,
dijimos antes de besarnos,
y el mundo cayó
en incontables piezas.

Se trataba, entonces,
de construir de nuevo.


III.
Girar y encontrar tu cuerpo
en el frente de batalla,
con la locura y las ilusiones
desbordados de tus ojos,
sentirte conmigo,
sentirte entero,
entregándote en el grito
que ha de destruirlo todo,
rabioso, indignado,
¡implacable!

viernes, 3 de junio de 2011

Un día común...

Sucede que, al despertar
y encontrarme en una cama compartida,
me pregunto si conozco a la persona
o si tan sólo sé de su cuerpo.

Me levanto y pienso
qué disfraz llevaré hoy,
o si prefiero, a pesar de todo,
mostrarme desnuda y transparente.

Trago un montón
de noticias podridas,
como cada mañana,
y se vuelve necesario
una dosis de esperanza
lista para ingerir
y continuar...

Salir a la calle
se vuelve un constante encuentro
con monstruos y bellezas
con miedos que se arrojan,
fracasos que se levantan,
y desventuras que ríen,
y no puedo evitar sentirme
a veces en un circo
y otras en un cuento.

Luego regreso,
un poco enferma
por tanto aire de derrota
que se aspira cuando la cosa
no va bien,
pero quizá pensando
que al otro día
se tomarán las calles
y nos curaremos de todo,
hasta de las ausencias.

Bebo un vaso de utopía,
preparo la cama,
me despojo de ropas,
mentiras, dudas,
cansancios,
y frente al espejo
lanzo incómodas preguntas
antes de atravezarlo
y terminar una jornada más...

martes, 17 de mayo de 2011


Él contaba otra historia

mientras ella trazaba un nuevo sueño,

luego las caricias se encontraron,

los conejos llegaron a la Luna,

el Sol azteca envolvió a su hijo

y en algún lugar temblaron las pirámides,

pues el corazón de la tierra

latía más y más con cada respiración agitada

de aquellos cuerpos que se amaban,

por vez primera,

entre los campos de maíz,

como en honor a tantos dioses,

como si fuese la última,

como si el mundo estallara ahí mismo

y abriera su vientre para parir

una nueva era...

martes, 26 de abril de 2011

Ellos apuntan
directo a la memoria.

Pretenden que olvidemos
que hubo días para soñar,
que esos sueños eran luchas
y que esas luchas construían
un hombre nuevo.

Ahora, dicen,
la cosa es así,
y no hay tiempo ni espacio
-y mucho menos sustento-
para creer y crear lo diferente.

Entonces disparan,
¡bang! ¡bang!
hiriéndonos de silencio.

Y sin embargo,
solo callaremos
cuando estemos muertos.

martes, 19 de abril de 2011

abril 2011

Yo no sé si era él la causa,
pero sé bien que ese día
amaneció un poco más temprano
y la ciudad lucía un poco menos triste.

Salí cargando revoluciones en el estómago
y una dulce sonrisa que, aunque intentase,
era imposible de ocultar;
y es que, para esas cosas, sigo pareciendo una chiquilla…

Él esperaba con un par de cervezas
para matar el calor,
y su nitidez puesta sobre la mesa.
Luego, a solazarse con lo prohibido.

A desnudar un par de esperanzas en que la cosa cambie,
a curar con besos los sueños rotos y desgastados,
a ofrecer en fluidos otra dosis de fortaleza,
y a entregarse a la confianza de saberse sinceros,
siquiera por un momento.

Después de todo, se trataba de un momento,
y ambos debíamos saberlo.

Él agradece y suspira,
mientras le sonrío, callada, y le amo.

Tomamos entre carcajadas nuestros miedos,
las rutinas, las luchas, las culpas,
las alegrías y las pasiones,
y nos vestimos de nuevo.

Luego, ese juego casi adolescente
de cómplices miradas,
de manos que se buscan distraídas,
de labios que furtivos se rozan,
de no soltar ni una palabra hasta estar solos…

Y es entonces cuando le susurro en silencio,
“no permitas que me enamore de ti…”

lunes, 18 de abril de 2011

domingo, 6 de marzo de 2011

¡!

...correr al encuentro del sujeto histórico
en el espejo,
y encontrar al oprimido en el universo del yo
que es NOSOTROS...

miércoles, 23 de febrero de 2011

calles heridas,
ineludibles testigos
de fracasos,
de agonías,
de fortalezas que tiritan de frío

maldicen al cielo
que pretende verlo todo
desde arriba,
pensándose ajeno,
creyéndose a salvo

árboles que quisieran
brindar un poco de sombra
a quienes cansados resisten
los embates de un destino
que no es destino,
que es consecuencia
de perder la memoria,
de desconocer su historia

piedras que se rompen
ante la mirada taciturna
del niño que pierde su infancia,
que obligado cambia
inocencia por comida

...

mas la noche encierra el rumor
de los hombres que conspiran entre sueños
planeando el viaje que haga
estallar al horizonte en gotas de utopía
y que así el cielo bañe calles,
árboles y piedras,
lavando la sangre de las plazas
y escribiendo la primera línea
de una historia llamada futuro

éxtasis...

...y me sumergí en un espiral de colores
donde cada grito atravesó portales sin retorno,
para terminar quebrada en cada poro de tu piel,
pidiendo refugio en tus ojos,
universo donde comenzar de nuevo...

martes, 22 de febrero de 2011

La luz rebelde se infiltraba entre las hojas hasta acariciar nuestros rostros... Tus ojos, más claros que antes, me explicaban que es cuestión de dignidad, mientras yo sonreía susurrándote un verso que no sé si llegó hasta tí...

En la mesa un puñado de nuevas amistades alzando las cervezas como si llevasen a cabo un ritual; en el viento aún distinguíamos los discursos de unidad y lucha que se empeñan en creer que existen alternativas, y que nos empeñamos en creer que no sólo son discursos; en la memoria dos cuerpos dando vida a lo eterno -que quizá no dure más que algunos instantes-, compartiendo todo aquello que está a su alcance, y que es más de lo que imaginamos, aunque no sea cuantificable; y en el futuro la promesa de que mientras seamos transparentes todo estará bien, de que seguiremos resistiendo pues "no hay de otra" y de que la siguiente ronda irá por nuestra cuenta...

Un muérdago en forma de murciélago, tus manos recibiendo la única flor que consiguió desprenderse del árbol, y la luz rebelde acariciando nuestros rostros deseosos de besarnos...

Ahora estoy segura de que queda mucho por andar...

lunes, 31 de enero de 2011

noche sin tí

Noche,
sinfonías de insectos,
corazones apretados...

cuerpos y soledades,
silencio que es también grito,
profundas respiraciones,
miedo y paz,
monstruos y abrazos...

soles que estando no están,
como tú y como yo,
que sabiéndonos juntos,
nos buscamos
nos lloramos
nos deseamos con angustia

noche,
silencio,
corazones,
anhelos y suspiros,
sacrificios
y más silencio...

te extraño.