lunes, 2 de noviembre de 2015

Calaverita OPT :)

En el parque del Refugio
estaban los compañeros
preparando los discursos
para los próximos eventos.

De pronto una mujer
hecha de puro esqueleto
llegó a escuchar atenta
la lectura de algún texto.

Entre sorpresa y algo de miedo
alguien se atrevió a cuestionar
"disculpe, ¿de dónde viene?
no vaya a ser un agente estatal..."

Indignada, la calaca,
dijo que se los iba a llevar,
"¡Cómo voy a ser policía,
yo sí tengo dignidad!"

Los jóvenes militantes
se estremecieron aún más,
¿pero y si la pobre muerte
tan sólo se quiere organizar?

"Entonces sea usted bienvenida,
puede quedarse a la reunión,
somos de la OPT
y ¡queremos la revolución!"

Muy seria, esta Catrina,
les dijo que está de acuerdo,
pues ahora con tanta reforma
le han quitado todos sus derechos.

Contó que en tiempos recientes
está cansada de tanto trabajo,
y está pensando seriamente
en formar un sindicato.

Este México está convertido
en un inmenso panteón
con miles de desaparecidos
y tremenda represión.

Los compañeros la invitaron
a la siguiente manifestación,
y ya prepara sus consignas
contra todo tipo de opresión.

viernes, 30 de octubre de 2015

"Palabras a granel"

Un día me desgarrarán la piel el montón de emociones que llevo dentro. Estoy segura. 

Es como si me exigieran ser nombradas y plasmadas con su hermosa o terrible figura. Pero es tal el desorden y son tantas y tantas que simplemente llegará un día en que no puedan permanecer más ahí y revienten cada uno de mis poros. 


Entonces escurriré la vida en grito, en canto, en soledad, tristeza, en rabia -digna rabia-, en miedos, dudas, esperanzas y muchos, muchos colores. Y cada una contará cientos de historias y realizará cuanto trazo le plazca. 

Y aunque supongo que yo ya no seré yo, ellas seguirán invocando tu nombre de madrugada.

lunes, 12 de octubre de 2015

11 de Octubre

Hace seis años, ellos decidieron resistir, y resistieron.
Resistieron lo indecible, resistieron la calumnia,
los gases y los toletes, las rejas,
el hambre, el sueño, la lluvia,
lo resistieron todo,
los miedos, los dolores 
y los fríos más personales.
Dieron lecciones de solidaridad,
de dignidad y de entereza
a propios y a extraños,
a quienes venían a contarnos el rumbo de la historia.
Y demostraron eso, que la historia se escribe
en lágrimas, sangre hirviendo y mucho coraje,
que se escribe andando, 
y tropezando y levantándose 
y reconociéndose en el otro que también resiste.

Hace seis años decidieron resistir, y resistieron.
Resistieron al más terrible odio de clase,
a la muerte que significa subordinar la vida 
a la acumulación, al despojo y la ganancia.
Y en sus consignas, en sus zapatos desgastados
por aguantar de pie, y en su incansable puño izquierdo
está el reclamo de una patria lastimada,
ultrajada,
pero igualmente dispuesta a luchar por su existencia.
En sus gargantas se mezclan las voces
del México profundo, del abajo que se mueve,
de más de un centenario de experiencias
del pueblo trabajador.
Y se apropiaron de la calle y de las plazas
para llenarlos con su luz y con su fuerza,
para izar la bandera proletaria
y defender el derecho y la justicia.

Hace seis años decidieron resistir hasta vencer,
y vencieron.
Vencieron haciendo paciente camino sobre su actuar,
golpeando juntos, pensando juntos, estando juntos.
Vencieron entendiendo que la victoria es un proceso
que se construye, y que al fin, después de tanto,
está por concretarse. 
Pero en realidad vencieron en el momento
en que como hombres y mujeres se rehusaron
a aceptar el exterminio de las bestias que desde el poder
pretenden imponer,
y vencieron encarnando la esperanza compartida
en un mundo distinto, fraterno, libertario.

domingo, 30 de agosto de 2015

Desaparecidos


Es más que un rostro,
una voz,
un joven
o una mujer,
es más que un compañero
-o compañera-
lo que nos duele.


Es esa larga lista
de ausencias sin nombre,
sin cuerpo,
sin motivo.
De ausencias encendidas
que somos todos
y cada uno de nosotros,
y nosotras.


Son los años
las risas
y los abrazos pendientes
que nos han arrancado
con la más terrible crueldad
de tiempos que pensamos enterrados,
que maldecíamos en voz alta
porque aquellos dictadorsitos
están muertos,
o deberían estar muertos,
¡porque deberían ser sus muertos!


Es la eternidad de cada segundo
de espera,
es permanente noche negra,
fría, hostil,
sin padre, sin hermano,
sin hijo, sin sus ojos.


Es el vacío en la casa,
en el aula, 
y en la humanidad que se carcome
con el odio que se los llevó
a no sé donde,
a ningún sitio,
a la tristeza.


Es la sangre que recorre 
la historia de los de abajo,
porque, ¡carajo! 
siempre es nuestra sangre.


Son los golpes, las balas,
la angustia,
las uñas arrancadas
y la impunidad encarnada
en la mujer desnuda, ultrajada.


Es esta vida,
esta maldita vida que sabe a muerte
y que nosotros no hemos elegido
ni estamos dispuestos a aceptar.


Es el miedo de andar las calles,
de no encontrarles,
de desesperar demasiado,
de aguantar demasiado,
de exiliar la esperanza,
de no encontrarles, 
de no encontrarles.


Es más que un rostro,
una voz,
un joven o una mujer,
es más que un compañero
-o compañera-
lo que nos mantiene aquí,
lo que nos vuelve aliento,
consigna, pancarta, memoria.


Ocurre que hemos aprendido
que la justicia hay que arrebatarla
y sepan bien, haremos justicia.

jueves, 9 de julio de 2015

ñeeh...

Yo hubiera preferido no enamorarme.
Disfrutar de los encuentros ocasionales,
beber el último trago y
arrancarme el frío con otro cuerpo.

Andar sonriendo con besos
de mundos distintos
y hundirme en la carne
sólo por ser carne.

Después de todo también
se encuentra refugio
en la maravilla de tener una mirada
clavada en los pechos
y cientos de historias
para los ratos de respiro.

Lo que digo es que hubiera preferido
vivir el encanto de amar un instante
y luego olvidarme;
reír, mojar mi cabello,
buscar mis zapatos
y luego olvidarme.

Y no. La cosa es ligeramente distinta.
Tu voz, tus manos y tu sexo
vienen cargados de sueños,
de derrotas y esperanzas
que yo quiero compartir,
y no puedo evitar abrazarles tan fuerte
hasta sentir que me penetran
por cada poro de esta piel
desnuda y frágil.

lunes, 6 de julio de 2015

Todos los pueblos contra la "austeridad"


Todo el tiempo, en todo espacio,
esos fueguitos de los que hablaba Galeano 
arden con tanta fuerza que nos recuerdan
que la vida está ahí; resistiendo, existiendo,
ondeando con coraje y alegría
sus inmensas ganas de 
quebrar con un apabullante NO
los espejismos del dinero y de la sangre,
de alzarse digna y tomar el mundo
-o los mundos del mundo-
y trazar su propio destino.

Todo el tiempo, en todo espacio,
esos fueguitos nos recuerdan
que ni el peso de tanta derrota
nos apaga la esperanza.


jueves, 4 de junio de 2015

Cumpleaños.


Un año más y aún camina conmigo niña-Fer. Aún viajan conmigo
viejos fantasmas. Aún no sé, a ciencia cierta, a dónde me dirijo.
Pero aún soy feliz.

sábado, 30 de mayo de 2015

"Te quiero porque sé que es imposible."

Pensarte conduce, 
inevitablemente,
a las banderas que cubren
las calles de mi pueblo
herido y amedrentado
pero de mirada digna;
a las palabras que escribo
en una barda
o en tu piel desnuda;
y a la esperanza fracturada,
pero viva,
de saberse entero
aunque duela. 

Conduce
a ciertos callejones sin salida,
callejones de mi alma que
no es más que la incertidumbre
de no saber si habrá un mañana
para compartir contigo,
para construir con todos. 

Al panfleto y la consigna
como alimentos necesarios
para alcanzarnos libres,
para amar-nos libres;
conduce al beso que se arroja
al alcohol y los cigarros
y a la canción que a deshoras
nos recuerda la utopía.

Pensarte conduce,
inevitablemente,
a descubrir mis manos 
sobre mi propio cuerpo,
dedicándote gemidos, temblores
y un húmedo silencio que
pretende explicarlo todo,
pretende que sepas
que te quiero compañero
y te quiero, compañero.

lunes, 6 de abril de 2015

Te extraño.
Y con ello quiero decir
que extraño mis manos
en tu cuerpo,
mis ojos en los tuyos,
tu sexo en el mío.

Extraño tu carne y tu silencio,
ese silencio roto sólo por el placer.

Te extraño en mi boca,
en mis senos,
en mi palabra,
en mi presente.

Extraño tu voz precisa
y mi urgencia de estar en tu cama,
tu olor penetrándome por cada poro,
por cada orificio, por cada sueño
nacido del abrazo nocturno.

Te extraño, te digo,
y me refiero también
a que extraño nuestras humedades
derramadas en una sábana
de espasmos y utopías.

03/04/2015