He decidido dejar de escribir para tí.
¡Basta! Me dije.
Llevaba horas y hojas tiradas a la basura
en tristes versos que,
después de todo, no ibas a leer.
Escribiré mejor sobre el silencio,
como ese que se colocó entre ambos,
o sobre la ausencia,
aunque ésta me haga recordarte.
No puedo escribir acerca de la luna,
del sol, de las nubes, de la lluvia,
pues me parece romántico y
volveré a pensarte.
Quizá escriba protesta,
e intente no protestar porque te fuiste.
O sobre cuerpos calientes y botellas vacías
queriendo curar heridas...
(Nada personal)
He decidido dejar de escribir para tí,
y prometo y prometo
que esta será la última vez.
Después de todo, no lo vas a leer.
2 comentarios:
Fernanda:uno puedo compartir hasta el silencio, que hermoso auditorio el de tus ojos,
como se extinguen mis palabras ante tu mirada , es como hablarle al fuego y pedirle a las brasas que no se consuman.
Saludos.
Que bonito :´(
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