Si se me escapa la sonrisa en su mirada al encontrarnos de frente, si en su voz brillan palabras como solidaridad, dignidad, organización o congruencia mientras nos bebemos esperanzas, memorias, utopías… Si de pronto caen las ropas cual si fueran esos inútiles y vergonzosos muros que, tarde o temprano, habremos de tumbar, y nos acercamos con la dulzura con que se acercan los pueblos, arrojados a la trinchera del deseo y de la defensa de la verdad, esa verdad que es llanto de la historia. Si de mis manos nace la ternura cuando (nos)tomamos las armas y los cuerpos, y nos elevamos tanto que desde allá, muy arriba, ondeamos la roja bandera. Si entre nosotros no hacen falta discursos porque los besos vienen cantando que la vida es eterna en cinco minutos, y se nos escurre esa vida en cada poro y en cada lucha…
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