Aquí estamos, hombro con hombro,
los hombres de maíz y de sueños,
los hijos de la tierra morena,
los que vamos descalzos
hacia el futuro nuestro.
Sembramos esperanzas
en campos que custodian dioses emplumados,
cantamos a la lluvia para que baje
y limpie la sangre de nuestras costas,
que se lleve el dolor de tantos siglos,
el llanto de viejos indios.
Somos los olvidados por pertenecer
al tercer mundo,
los que renegamos de esas divisiones
y de quienes se autoproclaman dueños,
e invitamos a las demás naciones
a mirar nuestros ojos llenos de ilusión,
nuestras patrias de colores.
Aquí estamos, los que fuimos despojados
convirtiéndonos ahora en artesanos
de una nueva identidad,
una que parte de conocernos a nosotros mismos
y de sabernos hermanos.
Vamos de la mano de Martí,
de Mariátegui, de Zapata y del Ché,
tarareamos a los Parra y a Víctor,
relatamos nuestras causas y azares
recitando a Benedetti o a Borges,
gritamos a media calle con un pasamontañas
que no pasarán,
que el gigante de las siete leguas
deberá retroceder ante ésta,
Nuestra América.
los hombres de maíz y de sueños,
los hijos de la tierra morena,
los que vamos descalzos
hacia el futuro nuestro.
Sembramos esperanzas
en campos que custodian dioses emplumados,
cantamos a la lluvia para que baje
y limpie la sangre de nuestras costas,
que se lleve el dolor de tantos siglos,
el llanto de viejos indios.
Somos los olvidados por pertenecer
al tercer mundo,
los que renegamos de esas divisiones
y de quienes se autoproclaman dueños,
e invitamos a las demás naciones
a mirar nuestros ojos llenos de ilusión,
nuestras patrias de colores.
Aquí estamos, los que fuimos despojados
convirtiéndonos ahora en artesanos
de una nueva identidad,
una que parte de conocernos a nosotros mismos
y de sabernos hermanos.
Vamos de la mano de Martí,
de Mariátegui, de Zapata y del Ché,
tarareamos a los Parra y a Víctor,
relatamos nuestras causas y azares
recitando a Benedetti o a Borges,
gritamos a media calle con un pasamontañas
que no pasarán,
que el gigante de las siete leguas
deberá retroceder ante ésta,
Nuestra América.