martes, 13 de abril de 2010

a quienes lucharon antes...

Las cruces no callan
si no existe la justicia,
hay muertos que no están muertos,
que levantan sus puños
en la primera fila de cada manifestación,
que alzan su voz en cada reclamo,
que brillan en la mirada del pueblo cansado.

El silencio de las tumbas
de quienes mueren luchando
no es silencio,
es ira contenida en cada rostro endurecido,
en cada lágrima desesperada,
en cada cuerpo roto que tirita de frío.

El olvido nunca roza sus palabras,
pues hay quienes con ellas riegan sueños
y siembran rojas esperanzas,
las echan a volar en gritos libertarios
que atacan como balas a los que están arriba.

Porque la sangre, la traición,
los abusos y las mentiras,
los presos, los desaparecidos,
el miedo y la hipocresía,
no se borran, no se perdonan,
y los ideales de lucha y resistencia
están más vivos que nunca.

...

5 comentarios:

Lirken Tonatiuh dijo...

Me agrado mucho lo que escribiste
sin duda eres genial

por eso quiero que me ayudes con mis "letras" jajaja :D

Inés Villarreal dijo...

¡Eso mi Fer!
¡Por eso la quiero mamacita! jejejeje ;)

T-t-tania(: dijo...

aaaw!
qe bUenaa poesiaa!
(:

saludOs!

Noelia dijo...

Genial...me encantó tu blog!!!

eNeLcAmInO dijo...

hermosa, le dejo aquì el texto del rot...

por que aseguro que tambièn le queda a muchos comunistas...

4.


Pisándole los pedales a la Zufridora subo la montaña.
Tan temprano subo que el sol sale por debajo de mis suelas.
Sale de abajo: de la nata color lentejas podridas:
vengo de donde sale el sol.
Si la lucha fuera contra la nube podrida,
contra la gravedad que cuelga de mi,
contra los coches asesinos que me rugen y me humean.
Si resistencia fuera lo que yo no hago...
(no uso el coche, no contamino, no exploto a mis congéneres, no maltrato animales, no golpeo a nadie, no especulo, no reprimo)
Pedaleando subo al ejido en resistencia. Vengo a decirles que ya no los quiero.
La Luz no sale hoy:
Anoche a trompadas la dejaron como mapache: con un ojo morado.
No la golpeó el estado burgués, ni la policía, ni el neoliberalismo.
Le pegó El Mapache, un compañero que como el sol mañanero
salió de abajo, de la nata de humo gris como yo.
Un compañero valiente que hace tres semanas se enfrentaba al Estado Represor con la razón en una mano y la resortera en la otra.
Un compañero valiente que hace dos semanas arrodillado
cantaba baladas de amor.
Ayer le pegó a la Luz porque amenazó con salir volando hacia un futuro mejor, sin compañeros que un día canten baladas y al otro día castiguen con golpes a las voladoras.
Yo piso a la Zufridora y la Zufridora rueda sobre el sol fresco en el asfalto.
Vengo a decirles a los compañeros que ya no los quiero:
Muy zapatistas, de sol a sol con la luz en el sombrero.
Muy ecológicos reforestadores. Muy calladitos. Muy cómplices
del Mapache que pisó a la Luz y en nombre de la igualdad
le dejó un ojo morado como mapache.
Rodrigo Solís