domingo, 31 de diciembre de 2017

Diálogos conmigo misma I


(Sólo así una se da cuenta de las circunstancias que le lastiman y puede decidir partir.)

Fin de año

A quienes resisten la explotación y el despojo en cualquier rincón del planeta.
A quienes enfrentan el miedo y la desesperanza plantándole cara a las derrotas momentáneas.
A quienes se permiten dudar, tropezar y sentir los muchos dolores que nos rodean, pero hacen de su derecho a la debilidad una fortaleza inquebrantable. 
A quienes alzan sus puños para impedir el paso a los tiranos modernos y, con esas mismas manos, ofrecen la más tierna solidaridad al pueblo, al hermano de clase, al hombre o a la mujer que la requiera.
A quienes no se cansan de gritar, o siguen gritando aunque se cansen, para poner voz a los agravios del día a día.
A quienes denuncian cualquier injusticia cometida por cualquiera y en cualquier sitio, no importa si el agresor se viste de compañero.
A quienes van como hormiguitas construyendo caminos que nos unan, tejiendo fino y paciente, articulando con respeto y de frente.
A quienes asumen y enfrentan las contradicciones que existen siempre, para hacerlas motor que nos haga seguir avanzando.
A quienes se instruyen disciplinados porque saben que la lucha es comprender
y a quienes se desbordan apasionados porque saben que la lucha es amar.
A quienes comparten sus sueños y los enriquecen con otros porque los sueños colectivos se convierten en gigantes y no hay quien los pare.
A quienes se niegan a olvidar y toman las banderas, los fusiles y las lecciones de quienes transitaron antes por esta senda.
A quienes educan para liberar, a quienes aman para liberar, a quienes cantan para liberar, a quienes luchan para liberar.
A quienes se juntan y organizan para construir lo nuevo, para construirse de nuevo.
A quienes contra toda sentencia de muerte saben que la vida siempre florece.
A ellos, a ellas, a quienes, invisibles, protagonizan la historia y recrean el horizonte, solo puedo dar las gracias y volver a entrelazar mis brazos con los suyos para dar dos, tres, cuantos pasos más sean necesarios hasta hacer amanecer, hasta tomar el cielo por asalto.

Salud y revolución social.