En el parque del Refugio
estaban los compañeros
preparando los discursos
para los próximos eventos.
De pronto una mujer
hecha de puro esqueleto
llegó a escuchar atenta
la lectura de algún texto.
Entre sorpresa y algo de miedo
alguien se atrevió a cuestionar
"disculpe, ¿de dónde viene?
no vaya a ser un agente estatal..."
Indignada, la calaca,
dijo que se los iba a llevar,
"¡Cómo voy a ser policía,
yo sí tengo dignidad!"
Los jóvenes militantes
se estremecieron aún más,
¿pero y si la pobre muerte
tan sólo se quiere organizar?
"Entonces sea usted bienvenida,
puede quedarse a la reunión,
somos de la OPT
y ¡queremos la revolución!"
Muy seria, esta Catrina,
les dijo que está de acuerdo,
pues ahora con tanta reforma
le han quitado todos sus derechos.
Contó que en tiempos recientes
está cansada de tanto trabajo,
y está pensando seriamente
en formar un sindicato.
Este México está convertido
en un inmenso panteón
con miles de desaparecidos
y tremenda represión.
Los compañeros la invitaron
a la siguiente manifestación,
y ya prepara sus consignas
contra todo tipo de opresión.