jueves, 31 de diciembre de 2009

Inventario

Inventario

Un poema en una servilleta,
la misma canción en el reproductor,
un cuadro a medio terminar,
y en el rincón una guitarra
que no aprendí a tocar.

Una nueva estrella para el cielo,
una lágrima al verla brillar,
una palabra de aliento por cada amigo
y la ilusión de volverle a abrazar.

Otro motivo para luchar
-como si necesitáramos más-,
otra consigna llena de rabia,
otra mañana para gritar
que no daremos paso atrás,
que queremos libertad.
Otra palabra contra sus armas.

Un diario sobre la mesa,
la ciudad con olor a café,
pasos pensativos y rebeldes
que llegan tarde más de una vez.

Noches de botellas vacías,
de risas, de desvelos en caricias,
noches también de beber ausencias
con la luna como compañía,
noches frías como nunca.

Un par de monedas
a unos ojos tristes,
miles de blasfemias al aire,
una mueca de impotencia,
y mis puños apretados
ofreciendo resistencia.

Un par de amores tan fugaces
como inolvidables...

Tus mentiras,
tus sonrisas,
mis heridas disfrazadas,
unos labios que te llaman,
pero no te acercas,
no te acercas...

Días eternos,
meses en un segundo,
un reflejo suicida,
un corazón cansado,
un abrazo roto
en una inevitable despedida.

Las mismas ganas de soñar,
un viaje pendiente a Marte,
un par de alas impacientes por volar
y la promesa de hallarle...

Este fin de año no tengo más,
y lo que tengo es suficiente para sentir que viví..
.

martes, 22 de diciembre de 2009


Es cierto, el horizonte
parece cada día más negro,
y llega una violenta corriente
de indiferencia
que permite avanzar el incendio,
que llena de cenizas el alma.

Seguimos asustados
corriendo en círculos,
sin lugar a dónde ir,
preguntándonos qué hacer
con esta rabia,
esperando el rescate
de quién sabe quién,
aunque ya no confiemos en nadie.

Y con todo y los puños apretados
y el grito en la garganta,
permanecemos inmóviles,
indefensos ante el monstruo,
sabiéndonos abandonados, adoloridos,
con hambre, sin nombre,
y con los sueños en coma.

Susurramos peligrosas palabras;
"justicia", "igualdad", "libertad",
"revolución"... "amor".
Pero ellos nos las compran,
nos dejan casi vacíos,
con alguna moneda
que nos vacía más...

Hemos naufragado
y parece muda nuestra desesperación.
Lloramos escondidos,
no oímos que el otro también llora.
En esta cárcel estamos todos,
más solos que nunca,
arrojando botellas de auxilio
a un mar sin olas
y lleno de peces muertos.

El horizonte parece cada día más negro,
pero seguimos tarareando
en voz baja la esperanza.
Quizá algún día,
más temprano que tarde,
descubramos que cantamos
la misma canción.

domingo, 20 de diciembre de 2009

...y dejar que se vaya...


Pienso en lo rápido que sucedió todo...

Resulta que me dirigía a un lugar de cuyo nombre... quisiera acordarme (o_O), cuando me distrajo una flor algo distinta a las demás, tratábase de un diente de león.

No suelo encontrarme dientes de león en mi camino
y ¡esa vez ví uno!...

Me acerqué y me invadió una enooooorme sensación de alegría. No había nadie al rededor así que lo tomé para llevarlo conmigo. (Lo siento si tenía dueño...)


¡Tenía un diente de león en mis manos!

Sí, sí, quizá suena exagerado, hay tantas flores por todos lados y hay, incluso, tantos dientes de león por ahí... pero ocurría que yo no había tenido uno tan cerca, no sé porque motivo, y durante años había caminado atenta para encontrar uno (tampoco sé muy bien el por qué).


En fin, el caso es que lo recogí y comencé a observarlo detenidamente con esa simpática e infantil mezcla entre curiosidad, asombro, ilusión y mucha, mucha fantasía.

Luego uno se va dando cuenta de esas pequeñas imperfecciones, de que podría tener ésto o aquello y con eso ser mejor...
Aunque, después de todo, esos "defectos" son las características con las que uno se encariña.

Anduve por ahí con mi extraño diente de león, en algunos momentos lo presumí con orgullo, en otros lo oculté para protegerlo, pero disfruté bastante el momento.


Entonces... pues...

bueno, creo que los instantes, por más intensos e increíbles que sean (lo sé, de nuevo parece ser que exagero), son simplemente eso, instantes, y mi camino en su compañía pareció terminar.

Con una lágrima en la mirada,

soplé sutilmente y lo dejé volar...

Quién sabe ahora qué pasará con él...


Más o menos así ocurrió, aunque talvez no era un diente de león

ni ninguna flor...

miércoles, 16 de diciembre de 2009

pensando el título!

¿Puedes detener el tiempo? - Pregunto.
Me miras un tanto desconcertado, como debatiéndote entre pedir una explicación o hacer que calle de nuevo, entonces vuelvo mi atención, vuelvo a entretenerme en tí.
Tus manos exploran mi cuerpo deteniéndose sutilmente en puntos estratégicos (como si me conocieras de no sé cuanto tiempo atrás), tu boca asesina cruel y tiernamente mis labios, tu calor colma mis sueños más mundanos haciendo explotar cada indicio de duda, nuestras respiraciones agitadas se vuelven homogéneas y tu sexo renace en el mío... Aquí se crean sonrisas, caricias y, claro, algunas heridas.


Pero allá... allá andan a prisa las personas, cambia el color de los semáforos, ríen coquetas las muchachas, los hombres siguen golpeando a las mujeres que siguen pariendo, funcionarios y empresarios roban legítimamente y llegan a la cárcel los inocentes, los campos son explotados, la gente grita en silencio y hay tantos niños que mueren de hambre... la luna y el sol intentan verse las caras y las hojas de un calendario, testigo de todo, se acumulan en el bote de basura...


Y ésto último es lo que me preocupa, el mundo no se detiene, el tic tac del reloj sigue su curso cotidiano y yo sé que tú, tú pronto habrás de irte...

(...pensando en una de esas relaciones que por durar tan poco no alcanzan a desilusionar...)

sábado, 12 de diciembre de 2009

Escribirte

He decidido dejar de escribir para tí.

¡Basta! Me dije.
Llevaba horas y hojas tiradas a la basura
en tristes versos que,
después de todo, no ibas a leer.

Escribiré mejor sobre el silencio,
como ese que se colocó entre ambos,
o sobre la ausencia,
aunque ésta me haga recordarte.

No puedo escribir acerca de la luna,
del sol, de las nubes, de la lluvia,
pues me parece romántico y
volveré a pensarte.

Quizá escriba protesta,
e intente no protestar porque te fuiste.
O sobre cuerpos calientes y botellas vacías
queriendo curar heridas...
(Nada personal)

He decidido dejar de escribir para tí,
y prometo y prometo
que esta será la última vez.

Después de todo, no lo vas a leer.

jueves, 10 de diciembre de 2009

¿Cómo te explico que caí en la trampa?
que arriesgué en un impulso lo que tenía,
que quizá no supe jugar las cartas,
que ahora no sé si seguir o retirarme...

Sé que si sigo voy directo a un hoyo negro
de castigos inventados y
deudas que rebasan lo que tengo.

Pero si me retiro...
sólo observaré tus movimientos
y las fichas que quedaron entre mis dedos
ansiosas de arrojarse al azar.

Si me retiro no me besarás de nuevo y
no sé cual derrota duela más.

¿cómo te explico que caí en la trampa?

lunes, 7 de diciembre de 2009

Sin título

Apareces, como un extraño,
a cambiar mi mundo...

A llenarlo de canciones tristes,
botellas vacías,
hojas que se van entintando...

Algunas blasfemias,
un agudo dolor de cabeza,
un cigarrillo que ha callado.

Apareces cuando menos quisiera,
que es cuando más me faltas...

A hacerme sentir culpable
por mirar otros ojos,
por sentir otras manos,
por sonreír en tu ausencia,

aunque no te acerques,

aunque estés lejos...

Apareces de pronto
entre mis silencios...

Me sonríes
y todo puede ser distinto.